Hoy vamos a comer caracoles, un menú que a lo mejor no gusta a todo el mundo. Aquí en Cataluña es típico comerlos y a nosotros, nos encantan.
INGREDIENTES
Caracoles
Cebolla
Tomate
Jamón serrano
Aceite de oliva
Sal
Azúcar
Pimienta negra molida
ELABORACIÓN
En una olla, ponemos los caracoles cubiertos de agua a temperatura ambiente y los dejamos reposar durante toda la noche. Tapamos bien para que no se escapen.
Al día siguiente, veremos que han salido del caparazón. Desechamos los que no hayan salido, ya que estarán muertos.
Los lavamos bien, 5 o 6 veces, hasta que veamos que el agua sale limpia.
Los colocamos en una olla cubiertos de agua y los ponemos al fuego, sin echarles sal.
Cuando empiecen a hervir, veremos que sacan mucha espuma. La retiramos, los dejamos cocer durante 10 minutos, les echamos la sal y los dejamos cocer 20 minutos más.
Transcurrido este tiempo, los escurrimos y reservamos.
En una cazuela, hacemos un sofrito con abundante cebolla. Cuando esté dorada, le añadimos abundante tomate, pelado y troceado, el jamón cortado a dados, azúcar y pimienta negra molida.
Dejamos cocer durante 10 minutos, añadimos los caracoles reservados y dejamos que se cocine todo junto, durante 15 minutos más, removiendo de vez en cuando.
Servimos caliente, acompañado de un buen vino.
¡Que aproveche!
NOTA: No echamos la sal al principio, para que no se escondan los caracoles. De esta manera, quedan fuera y se pueden sacar mejor.
Al sofrito, no echamos sal, porque ya está el jamón que le da su punto.
RINCÓN DE LA SALUD
Los caracoles, son ricos en magnesio y hierro.
Su alta cantidad en hierro, ayuda a evitar la anemia y hace que se sea un alimento recomendado para personas que practican deportes intensos.
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