Hoy vamos a hacer queso en casa. Yo lo voy a hacer con leche de cabra pero lo podemos hacer con la leche que queramos.
INGREDIENTES
3 litros de leche de cabra
1 yogur natural
30 gotas de cuajo
1 pizca de sal
ELABORACIÓN
En mi caso la leche que voy a utilizar es leche recién ordeñada, por lo que vamos a pasteurizarla. Si compráis la leche ya pasteurizada, podemos obviar este primer paso.
Para pasteurizar la leche, la colamos y la colocamos en una olla.
Encendemos el fuego y con un termómetro de cocina, medimos la temperatura, hasta que la leche alcance los 70 grados centígrados.
Apagamos el fuego y vamos controlando que la temperatura de la leche no baje de 60 grados durante 30 minutos. Si vemos que se enfría, volvemos a encender el fuego y vamos controlando la temperatura. Tiene que estar entre 60 y 70 grados. Transcurridos los 30 minutos, dejamos que se enfríe hasta llegar a los 45 grados. Si la leche que utilizamos ya venia pasteurizada, la calentamos hasta llegar a los 45 grados.
Seguidamente añadimos el yogur y la sal y dejamos reposar durante 10 minutos.
Volvemos a medir la temperatura y si ha bajado de los 40 grados, lo calentamos hasta llegar a los 40 grados y añadimos el cuajo (dependiendo de la temperatura de la cocina, se enfriará más o menos rápido). El cuajo se puede comprar en las farmacias.
Seguidamente, lo dejamos reposar tapado durante una hora más o menos hasta que veamos que ha cuajado la leche y se ha separado del suero.
Con la ayuda de un cuchillo, cortamos el cuajo en trozos pequeños.
Colocamos una gasa o tela fina encima de un colador y colamos apretando bien para que baje todo el suero y nos quede el cuajo.
Cuando lo tengamos bien escurrido, lo colocamos en un molde y lo reservamos en la nevera hasta el día siguiente.
Y ya lo tendremos listo para comer. Con un poco de mermelada, miel o encima de una tostada, está riquísimo.
¡Que aproveche!
NOTA: El suero lo podemos aprovechar como sustituto de la leche para hacer bizcochos, bechamel, flanes etc. Se puede congelar.
RINCÓN DE LA SALUD
El queso de cabra es una buena fuente de vitamina A, vitamina D, vitamina K, riboflavina, potasio, fósforo, hierro, niacina y tiamina. Contiene bajos niveles de sodio y proporciona mayor aporte de calcio y proteínas que los quesos de vaca.
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