Para los amantes del vino, éste es un plato ideal. La salsa que acompaña este solomillo, tiene un intenso sabor, aunque sin nada de alcohol.
INGREDIENTES
1 solomillo entero
1 cebolla
200 ml. de vino tinto
200 ml. de caldo de carne
Harina
Aceite de oiva
Sal
Pimienta negra molida
ELABORACIÓN
Salpimentamos el solomillo, lo pasamos por harina, vino tinto y de nuevo por harina, lo doramos en una cazuela con aceite de oliva y lo reservamos.
Cortamos la cebolla en juliana (tiras finas) y la sofreímos en el mismo aceite que hemos dorado el solomillo.
Seguidamente, le añadimos una cucharada de harina, removemos para que se cueza y le añadimos el vino y el caldo.
Incorporamos el solomillo que habíamos reservado y lo dejamos cocer todo junto a fuego lento, durante 45 minutos removiendo de vez en cuando.
Una vez cocido, retiramos el solomillo y lo cortamos en rodajas.
Servimos caliente, acompañado de un poco de salsa.
¡Buen provecho!
NOTA: Si no tenemos caldo, podemos añadir agua con un pizca de sal.
Si la salsa espesa demasiado, le añadimos más caldo o agua.
Si no queremos encontrar trozos de cebolla, se puede triturar la salsa con la batidora.
RINCÓN DE LA SALUD
La carne de cerdo es muy variada y su contenido en grasa
dependerá mucho de la zona que estemos consumiendo. Tiene un alto contenido en proteínas, vitaminas y minerales.
Beber vino tinto con moderación, es bueno para la salud. Reduce sobrepeso, es anticoagulante, evita la caries y reduce el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular.
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