¿A quién no le apetecen unos mejillones frescos para cenar? Son muy fáciles de preparar y están exquisitos.
INGREDIENTES:
INGREDIENTES:
Mejillones frescos
Agua
ELABORACIÓN:
ELABORACIÓN:
Quitar las barbas de los mejillones, raspar los mismos y enjuagar con agua fría.
Poner un dedo de agua en una cazuela, introducir los mejillones y tapar. Cuando los mejillones estén abiertos, apagar el fuego, sacar la parte de caparazón que esté vacía y emplatar.
NOTA: Se pueden acompañar de un alioli o de un poco de zumo de limón. A mí personalmente, me gustan tal cual sin añadir nada.
El jugo que desprenden los mejillones, se puede guardar en el congelador y usarlo para hacer arroz, o cualquier otro plato de pescado.
Se deben desechar los mejillones que estén abiertos antes de cocer y los que estén cerrados después de cocer.
RINCÓN DE LA SALUD
Los mejillones son ricos en proteínas, vitaminas y minerales. Contienen muy poca grasa, aunque la mayoría son ácidos grasos poliinsaturados omega-3 ideales para prevenir enfermedades cardiovasculares, bajar el colesterol y prevenir el cáncer.
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